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- ¿Cómo? Anda tira, que debemos llegar con el rojo de la mañana. Que la sangre del cielo y el negro de los restos de la noche atenacen el corazón de los pecadores. Así nos....
- Que te estoy diciendo que nos equivocamos, hermano. Escucha...
- ¿Ahora vienes con esas? ¿Es que tu corazón duda, hermano? ¿Se ha apagado la luminosa Verdad en él? Recuerda quiénes somos.
- ¿Quiénes somos? Dime, hermano mío ¿Quiénes somos?
- Hermano, somos los hijos de La Promesa y La Fuerza, hijos de dioses ancestrales anteriores al Fuego y a la Máquina, ¿Cómo que quiénes somos? ¿Pero por qué te crees que nos sigue esta gente? ¿Crees que es por tu oratoria? ¿Por esos chismes que cuentas que no entiende nadie más que yo (por otro lado, prueba de nuestra estirpe)? ¿Crees que es por tus malditos acertijos? A veces, parece que no hemos sido paridos por la misma madre. ¿Cómo se te ocurre salir con ésas? ¿Es que te ha cocido el sol el seso bajo tu yelmo de oro, hermano?
- Han llegado los cuervos que pedimos…
- Los cuervos que pediste.
- Tú mataste a los niños para conseguir el favor de los cuervos…
- Lo hice porque ya habías matado a sus padres y se los ibas a dar de comer vivos a las vrelas del sueño.
- Era eso o dárselos a los cuervos: tú elegiste los cuervos.
- ¡Déjate de artimañas! ¡Todo lo enredas, maldita lengua venenosa! El miedo te nubla el corazón, te sale por la boca y llega a mis oídos como un vino que no quiero beber. Calla o te arrancaré la lengua, hermano. Que no te oigan los hombres. Pero sabes que yo siempre sé lo que quieres decir...
- ¡Oh, sí, hermano! Por supuesto: mi Traductor y mi Puño, querido mío...
- … Y tú, oh, mi querido hermano, mis Ojos y mis Oídos…
- Y tu Verdad, hermano. No lo olvides.
- Y mi Verdad, hermano.
- …
- …
- Es enorme la ciudad, hermano, aunque no se distinga por las nubes.
- La teñiremos de sangre.
- Las nubes quieren sacarnos los ojos, hermano. Han venido los cuervos…
- Deja ya a los cuervos. Las nubes ¿Qué dices de las nubes?
- Las nubes nos quieren sacar los ojos, hermano: los cuervos han dicho.
- Pero ¿Cómo nos van a sacar los ojos? Las nubes nos ocultan de los vigías y los comprados deben abrir enseguida para que tiñamos el cielo de rojo mientras él nos tiñe a nosotros de victoria.
- Los cuervos, hermano. Las nubes nos van a sacar los ojos. Hay nubes detrás de las nubes y nos van a sacar los ojos.
- ¡Oh, dioses!
- ¡Hermano!