TRES HOMBRES EN UNA HABITACIÓN (MÁQUINA 6)

Hay tres hombres en una habitación de hotel cuya decoración se acomoda a las necesidades narrativas de la posibilidad de cada lectura. Cada uno de los hombres sabe que está allí para que muera uno de los tres. Uno de ellos sabe que hay uno que siempre miente. Otro sabe que otro es incapaz de mentir. Otro de ellos sabe cuál de los tres tiene que morir. Cada uno sabe que los otros dos no saben lo que él sabe. Y cada uno sabe, a su vez, que cada uno de los otros sabe algo que él no sabe y que no podrá saber jamás. Hablan y hablan, demostrando, cada uno a su modo, gran desenvoltura, igual que tres escorpiones que, encerrados en un terrario, diesen la impresión al observador de esperar que alguno de los otros dos se duerma. El desarrollo de todo esto se acomoda a las necesidades narrativas y a la posibilidad de cada lectura. Uno de los hombres acaba muriendo, y los otros dos miran de frente a cada lectura y abren mucho la boca y los ojos